Saturday, December 09, 2006

Educación

El anuncio con regocijo de parte del gobierno de Felipe Calderón de recortar la inversión en Educación a través de las Universidades Públicas, contra lo que había perorado en su campaña de amplio apoyo a la educación y cultura, denota el rumbo tenebroso que habrá de transitar el país en este y otros asuntos públicos en los años por venir.

Claro, lo anterior es sólo la consecuencia de la manifestación de los perfiles personales del presidente y sus colaboradores nombrados por él. Y atrás de ellos la organización que los promueve y arropa el PAN y la visión de la ultraderecha como guía. No debería extrañarnos, ya que casi el 100% del gabinete está integrado por egresados de escuelas privadas de alto costo.
Calderón mostró en la primera semana de gobierno la hipocresía con la que guiará su administración al traicionar lo que ofreció en su trayecto de ascenso al poder. Esto, deasafortunadamente, no es patrimonio exclusivo de él.

Un argumento a favor de este recorte que he escuchado, inclusive desde antes de las elecciones, por parte de los panistas es que conforme más dinero se les da a las Universidades Públicas más corrupción hay y más desviación de dinero para otros fines no educativos se presentan.

No podemos negar parte de veracidad en el argumento pero, en lo que no estamos de acuerdo es en la forma de resolverlo. Este asunto no se resuelve quitándole dinero a las Universidades ya que, por lo menos, cada año la población estudiantil crece.

La solución, en todo caso, viene por otra vertiente que puede ser la transparencia de la información y la rendición de cuentas. Es decir, un cambio de cultura nos puede llevar a mejorar el aprovechamiento de los presupuestos y mejorar a las Instituciones de educación superior.
Lo anterior nos lleva a una visión diferente, en lugar de reprimir (recortar el presupuesto) el gobierno debe ponerse las pilas y buscar soluciones alternas inteligentes. Presupuesto tienen para que nuestros empleados del gobierno federal pongan a trabajar sus cerebritos y no ganen sus extraordinarios sueldos nadamás porque llegaron por dedazo.

El otro asunto tenebroso es el de la justicia. Y es tenebroso porque seguirá operando la justicia selectiva y al serlo, hay dolo, premeditación y ventaja.
No es casual que los primeros golpes de este gobierno, por cierto muy cuestionado en la legitimidad de su triunfo, en la aplicación de la "justicia" hayan estado dirigidos contra líderes sociales, artistas populares (por cierto muy entrones en sus letras). Mientras que los grandes ladrones que han saqueado al país, antiguos y recientes, siguen tan campantes que hasta los empiezan a reintegrar a la vida pública entre aplausos (Oscar Espinoza, por ejemplo).
Es inadmisible que a un líder social se le recluya en los mismos lugares junto con asesinos y narcos.

Creo que el mensaje es claro, todo aquel que no piense como yo o que no sea de mi grupo tendrá represión. Sin tolerancia.

En efecto, es muy posible que estemos en la antesala de años oscuros para atención de los problemas sociales. Estamos en una regresión a tiempos que se suponía superados.